Por: María José Aguayo Perez – Colaboradora área de derecho corporativo.
Tras años de debate y análisis, el Parlamento Europeo aprobó la primera Ley de Inteligencia Artificial (IA) del mundo con una mayoría significativa, estableciendo un precedente global en la regulación de esta tecnología emergente. Este marco legal innovador pretende regular el uso de la IA, asegurando que su implementación sea segura y respetuosa con los derechos fundamentales, mientras fomenta la innovación.
Niveles de riesgo y prohibiciones
El reglamento categoriza las aplicaciones de IA en diferentes niveles de riesgo, imponiendo obligaciones específicas según el impacto potencial de cada sistema. Por ejemplo, está prohibido el uso de sistemas de categorización biométrica basados en características sensibles que utilicen IA, así como el uso de imágenes faciales de Internet o CCTV para crear bases de datos de reconocimiento facial, entre otros.
Excepciones
Aunque existen prohibiciones, también hay excepciones para la aplicación de la Ley. En el caso de la identificación biométrica mencionada anteriormente, su uso no estará prohibido en situaciones de extrema necesidad, como la búsqueda de personas desaparecidas o la prevención de ataques terroristas. Estos usos deben estar sujetos a estrictas garantías y autorizaciones judiciales o administrativas.
Obligaciones para Sistemas de Alto Riesgo
Los sistemas de IA de alto riesgo deben cumplir con estrictas obligaciones contempladas en la ley. Estas incluyen la evaluación y mitigación de riesgos, el mantenimiento de registros de uso, la transparencia y precisión, y la supervisión humana de las decisiones automatizadas.
Transparencia y Cumplimiento
La normativa también establece requisitos de transparencia para los sistemas de IA de uso general, incluyendo el cumplimiento de las normas referentes a derechos de autor y la obligación de etiquetar claramente los contenidos generados con IA.
La aprobación de la Ley de Inteligencia Artificial de la UE representa un avance crucial en la regulación de una tecnología que tiene el potencial de transformar la sociedad. Al equilibrar la protección de los derechos fundamentales con la promoción de la innovación, Europa se posiciona como líder global en la gobernanza de la IA, estableciendo un modelo que otros países probablemente seguirán en un futuro próximo.
