Históricamente la economía colombiana ha sido impulsada por la industria y el empresariado. Por su parte, el desarrollo social se ha visto apalancado por estrategias que buscan la generación de empleo y promoción de la educación. Sin embargo, como Estado, aún nos enfrentamos a enormes retos para la disminución de la notable brecha social, no siendo suficiente la voluntad estatal para superarla. Resulta imperativo entonces, promover la participación activa de organizaciones productivas, así como la atracción de inversión de capitales.
Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), en el marco del Séptimo Congreso Empresarial Colombiano que se llevó a cabo el pasado mes de agosto, manifiesta en su conferencia “Desafíos de Colombia 2022”, que el país debe dirigir sus estrategias en una autopista de dos carriles: el Social y el del Desarrollo Empresarial.
Desde el punto de vista social, el Estado ha de concentrar sus esfuerzos en la superación de la pobreza, trabajar en mayores oportunidades para todos, fortalecer el sistema social de salud, educación de calidad, manejo de la diversidad, establecimiento de políticas claras sobre inclusión, garantizar la equidad, paz y seguridad, incentivar el diálogo social y la seguridad alimentaria; para cumplir con esto, se hace necesario fortalecer el tejido empresarial impulsando una nueva industrialización, promoviendo el desarrollo ambiental, la competitividad y productividad, generando un entorno atractivo para la inversión, el emprendimiento, la innovación y la transformación digital.
En el 2020 Colombia enfrentó el peor año en términos de crecimiento económico (-7%). Para el 2021 tuvimos una recuperación importante y la economía creció en 10,8%. Sin embargo, las condiciones globales actuales del mercado nos exponen a nuevos retos que necesariamente ponen de manifiesto la necesidad de cuidar de manera particular el flujo de capitales, de cara a restablecer el grado de inversión. Así mismo, Mac Master presenta un análisis interesante respecto de estos desafíos, los cuales se resumen así:
- Enfrentar una coyuntura convulsionada: Trabajar en temas como el cambio climático, la crisis energética, logística, la afectación de los ciclos productivos con ocasión del Covid – 19, escasez de factores productivos, conflictos geopolíticos, inflación global, desaceleración a nivel mundial, ruptura del ideal de globalización, volatilidad y fortalecimiento del dólar en los mercados cambiarios.
- Definir una estrategia de crecimiento económico y equidad a largo plazo: Es muy importante que los dirigentes de la nación valoren la idea de lograr una alianza entre inversión extranjera, sector público e inversión privada, frente a lo cual los emprendedores e industriales en Colombia requieren tener un sistema tributario que premie la inversión a largo plazo.
- Impulsar el desarrollo con un enfoque regional: Colombia es un país multidiverso tanto en factores culturales como climáticos, de infraestructura productiva y condiciones de la tierra para el desarrollo del sector agropecuario. Por esta razón deberán fortalecerse los planes regionales que impulsen las actividades productivas y promuevan la conformación de clústeres que integren empresas, instituciones educativas y entidades gubernamentales.
En lo referente a la búsqueda del crecimiento económico, es importante identificar las ventajas competitivas que permitan incrementar las exportaciones, el ingreso a nuevos mercados y el impulso a diferentes sectores al mismo tiempo. Los consumidores internacionales son cada vez más exigentes desde el punto de vista de la sostenibilidad, de manera tal que los directivos del país y los empresarios deberán trabajar en lo siguiente:
- Reingeniería de la estrategia para superar la pobreza.
- Fortalecimiento del aparato empresarial colombiano bajo el nuevo entorno mundial.
- Búsqueda de oportunidades basadas en la baja huella de carbono, factor en el cual Colombia ha logrado un alto grado de eficiencia en los últimos ocho años.
- Un entorno mínimo competitivo.
- Condiciones para generar debates que conduzcan a las reformas que verdaderamente y con urgencia demanda el país.
Atendiendo a lo anterior, el presidente de la ANDI propone que el país dirija sus esfuerzos en los siguientes frentes:
Industrialización: Establecer políticas sectoriales, desarrollar cadenas productivas, competitividad, transformación tecnológica, innovación, inversión en investigación y desarrollo, costo país y talento humano capacitado para atender las nuevas demandas del sistema.
Agroindustria: Garantizar la seguridad alimentaria, desarrollar el agro de manera que Colombia sea percibida como despensa mundial, reglamentar el uso de la tierra, modernización tecnológica, financiación acorde con el ciclo de cosechas, provisión de bienes públicos como silos, distritos de riego y vías terciarias.
Internacionalización: Implementar estrategias de Nearshoring y Reshoring que se enfoquen en visibilizar ventajas comparativas y competitivas, promover redes de proveeduría confiable nacionales y regionales. Se han de aprovechar los Tratados de Libre Comercio suscritos hasta el momento, estableciendo una estrategia de exportaciones que admita la restitución de derechos arancelarios (Drawback), análisis de las barreras arancelarias y no arancelarias que permitan identificar oportunidades para sectores económicos, medidas de competencia desleal y diplomacia sanitaria.
Infraestructura y logística: Desarrollar canales multimodales, ejecutar los proyectos 4G y 5G, reparar y habilitar vías terciarias e invertir en vías que conecten con grandes corredores y puertos, implementar peajes electrónicos con alta interoperabilidad y optimizar las vías fluviales.
Competitividad Tributaria: Ha de existir una alineación entre la administración pública y el sector privado, de tal forma que en Colombia haya tasas corporativas competitivas internacionalmente, un régimen tributario sencillo, seguridad jurídica, control a la evasión y elusión, y se impulse una tributación a nivel regional que promueva el desarrollo sectorial.
En la búsqueda de un recaudo importante que le permita al país atender la deuda social histórica, las estrategias deben estar encaminadas a la generación de un impulso económico y no, contrariamente, a una desaceleración. La ANDI ha realizado una simulación de tarifa efectiva de tributación por sectores en Colombia, para establecer un comparativo del año 2022 y la propuesta de reforma tributaria que cursa al día de hoy en el Congreso de la República y que, de ser aprobada, se aplicaría a partir del 2023, el cual se evidencia en la siguiente tabla:
Simulación ANDI de Tarifa Efectiva de Tributación 2023
| SECTOR | ESTIMACIÓN AÑO GRAVABLE 2022 | REFORMA TRIBUTARIA 2023 |
| Minería e hidrocarburos | 53% | 87,10% |
| Servicios | 60,60% | 63,10% |
| Comercio | 58,10% | 63,10% |
| Industria manufacturera | 56,70% | 62% |
| Construcción (no incluye rentas exentas VIS/VIP) | 57,70% | 60,20% |
| Sector financiero y seguros | 53,40% | 59% |
| Transporte, almacenamiento y comunicaciones | 49,20% | 54,10% |
Fuente: Cálculos ANDI.
De acuerdo con estimaciones de esta misma entidad, la tarifa de tributación combinada sociedad – socio de Colombia pasaría de 42,4% a 67,1% en el 2023, lo que pondría a Colombia por encima de otras naciones con altas tasas de tributación como Canadá (53,5%), Irlanda (51%), Corea (49,5%), entre otros (Fuente: OCDE). Vale resaltar que esto tendría un impacto directo en la inversión de capitales en la industria colombiana que se vería notoriamente disminuido. El llamado es entonces, a un estudio consciente de la realidad económica Colombiana, que involucre la participación del sector privado para la generación de alternativas que promuevan un mayor recaudo por parte del Estado, y que a su vez garanticen la promoción del emprendimiento y el desarrollo empresarial.
Competitividad Laboral: Reviste el reto de realizar un análisis a las tendencias modernas del trabajo, y lograr la formalización del mismo. Para ello, es importante que el Estado establezca un marco regulatorio económicamente viable para los empresarios, de manera tal que el impulso económico del país que se concentra en mano de obra productiva sea creciente.
Huella de Carbono: Baja huella de carbono como estrategia para atraer inversión extranjera a Colombia, certidumbre jurídica para el desarrollo e implementación de proyectos y construcción de la infraestructura que los conecta.
Reducción de la pobreza: Legislación que permita la unificación de subsidios, focalización y seguimiento a los proyectos que se implementan y que buscan impactar comunidades, educación y formación para integración de jóvenes al empleo formal, continuidad en los programas de vivienda y un sistema de salud fortalecido y sostenible.
Sin duda, podemos concluir que enfrentar la realidad macroeconómica, atender las necesidades de la población y garantizar la sostenibilidad económica del país no es una tarea que sólo deban atender el Estado o los empresarios, se requiere de un trabajo conjunto y de una integración de estrategias que conlleven a un cambio positivo como nación.
¹Síntesis de la conferencia “Desafíos de Colombia 2022” dictada por Bruce Mac Master. Séptimo Congreso Empresarial Colombiano de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia – ANDI.
